«(Trump) planteó tres puntos que no podemos aceptar. Primero, (el exmandatario brasileño, Jair) Bolsonaro (2019-2023) no es mi problema; es un problema para el sistema judicial brasileño», afirmó Lula durante un evento público.
Cuando anunció el aumento arancelario, Trump lo atribuyó, en parte, a la supuesta «caza de brujas» que sufre Bolsonaro, que está siendo juzgado por intento de golpe de Estado.
No obstante, el mandatario brasileño aseguró que Bolsonaro «intentó dar un golpe de Estado» e «incluso armó un equipo para asesinar» a altas autoridades.
«Segundo, en la carta, dice que no acepta que castiguemos ni regulemos a las llamadas grandes empresas tecnológicas. Y las regularemos porque deben respetar la ley brasileña», añadió.
Asimismo, dijo que Brasil tiene leyes y «personas con el coraje, el carácter y la valentía de defenderse».
Por último, Lula reiteró que Trump «fue mal informado» sobre la relación comercial ya que EEUU tiene un superávit con Brasil.
El Gobierno brasileño negocia a contrarreloj para intentar frenar el aumento de los aranceles previsto para la próxima semana, pero no encuentra interlocución en la Casa Blanca.
Desde el Gobierno de Lula da Silva, se entiende que hay muy poco margen para negociar porque los aranceles responden a motivaciones ideológicas y políticas, más que a un problema comercial sobre el que se pueda debatir.
Para intentar sortear el bloqueo, el próximo lunes un grupo de ocho senadores (de izquierda, centro, derecha y extrema derecha) viajarán a EEUU para intentar encontrarse con autoridades y abrir un canal de diálogo.