El lunes 22 de septiembre, en el Segundo Tribunal de Juicio Oral en lo Penal (TOP) de Santiago se dio a conocer una sentencia histórica en Chile. Se trata de la primera condena en el país que reconoce como modalidad de comisión a los denominados «turbazos» a viviendas, sentencia que dictó para los 10 acusados en el juicio una pena total de 160 años de cárcel.
La resolución del Segundo TOP condenó a 20 años de cárcel para cada uno de los seis adultos que integraban la banda dedicada a este tipo de hechos, y a 10 años cada uno para los cuatro adolescentes que la componían. Los imputados cometieron al menos cinco robos con intimidación bajo la modalidad “turbazo” en tres comunas de la Región Metropolitana, entre julio y agosto de 2024.
La investigación en esta causa surgió a raíz de la conformación de una Fuerza de Tarea conjunta entre la Fiscalía Occidente y la Brigada de Robos de la PDI, creada en julio de 2024, para investigar este tipo de delitos. Ello, por decisión del Fiscal Regional Occidente, Marcos Pastén, tras cometerse en una sola noche (la del 26 de julio de 2024) tres turbazos, por el mismo grupo, en distintos puntos de la RM.
La investigación, que fue encabezada por el Fiscal de Maipú-Cerrillos, José Solís, con el apoyo del abogado asistente, Diego Leiva, se desarrolló, básicamente, a lo largo de agosto de 2024 en donde, con diversas técnicas investigativas, se logró posicionar rápidamente a los 10 integrantes de la banda delictual en los turbazos del 26 de julio que, en distintas horas de la madrugada, afectaron a los residentes de inmuebles en: Pudahuel, Maipú y Quinta Normal.
El juicio oral, en tanto, se realizó entre el 27 de agosto y el 11 de septiembre del presente año.
En su resolución, el Tribunal indicó que estos robos con violencia e intimidación modalidad «turbazos», cometidos al interior de viviendas de la RM, afectaron a «todo un entorno familiar, en una situación de extrema vulnerabilidad», sufriendo un daño que «los acompañará por un tiempo». Agregó el TOP en su resolución que «la respuesta del Estado, a través de los Tribunales de Justicia no puede ser sino la más contundente y firme esperando que, con esta señal, se logre disuadir de alguna forma la comisión de los delitos objetos del juicio, mediante este novedosos y extendido modus operandi denominado turbazo».